jueves, 31 de enero de 2013

     

  El Poder de una sola Historia

El poder de una sola historia, el peligro del poder, la influencia de los medios. ¿Cuán influenciables somos? ¿Cuán poder tienen sobre nosotros? ¿Tan poco raciocinio tenemos o es tan solo vaguedad? ¿pereza mental? ¿O simple bloqueo ante la búsqueda, ante el despertar de la curiosidad?
Al final todo se podría reducir al mito de la caverna de Platón. Si sólo conoces una parte, si nunca sales de la cueva, si estás a oscuras, apenas te llegará la luz, apenas conseguirás iluminarte con pensamientos efímeros o planteamientos de cosas inexistentes para ti, lo mismo sucede con esto.

Si nos limitamos a ser un mero ciudadano más, si nos comportamos según a nuestros hábitos, a nuestras rutinas creadas y previamente establecidas por el sistema mundial. Si nos limitamos a saber o a conocer sólo lo que nos permiten, lo que nos seducen y motivan, entonces no saldremos nunca de esa caverna, pero no es reprochable. Es esperable y efectivo, síntoma de que el sistema actúa eficazmente, cumplen sus expectativas, obtienen resultados. El resultado de crear una masa ignorante, un pueblo perezoso por pensar, "informado acomodadamente".

Existen billones y millones de personas en el mundo con historias, circunstancias, situaciones y vidas, al fin y al cabo, diferentes. Cada uno es un mundo y para cada uno su vida es su mundo, de modo que el mundo está compuestos por infinidad de mini-mundos o submundos. Exceptuando esos mini-mundos, si hablamos del mundo en su concepción más amplia, del mundo que aparece reflejado en un mapa mundi, entonces aquí hay que llevar cuidado.

 ¿Qué visión tenemos del mundo? ¿Cual es nuestra concepción de todos aquellos países que no conocemos, y de todas esas otras culturas? ¿Y qué pensamos? Sí es muy bonito decir yo no soy racista o demagogo o no estoy influenciado por ningún estereotipo o no me creo nada lo que digan aquí o allí. Pero, ¿qué pensamos realmente de aquellas personas que "a priori" no son igual que nosotros simplemente por el hecho de pertenecer a otra cultura o proceder de otro país? De verdad ¿que ahí no tenemos estereotipos?? ¿¿No pensamos ni un poquito ni nos creemos todo aquello que nos contaron en la tele o un amigo, vecino...? Vamos a ser sinceros por favor! Nos creímos todos los estereotipos y nos tragamos todas las historias que nos contaron. Somos humanos, seres racionales pero también sensibles y emocionales y confiamos de primeras en la veracidad de las historias con que nos encontramos y sobre todo somos híper influenciables a todo. Todas las personas te influencian para bien o para mal desde que nacemos nos vienen influenciando, tus padres, amigos, pareja... Y ahora para colmo también los medios.

No podemos reprochar nada a nuestros "influenciadores personales" pues éstos intentaron hacerlo lo mejor que pudieron, pero estamos ante una nueva realidad: el poder los medios, su capacidad de influir y generar conciencias y culturas. Esto sí es reprochable. Si me dedico a ser un ciudadano más, si no tengo curiosidad por ir más allá, por buscar por cuenta propia, por aprender de forma autodidacta, entonces jamás podré salir de la oscuridad. Los medios nos dan una visión de la sociedad, del mundo en el que vivimos pero ésta sólo corresponde a una parte de toda esa sociedad en la vivimos. La realidad es otra y los medios tendrían que ser portadores y difusores de esa realidad. Y lo son, a su manera, haciéndonos creer que esa es la única realidad, esto se debe, al poder de las audiencias,(es decir al poder de nuestros gustos), y al final es un bucle.

La televisión se basa en una proyección de imágenes, éstas a su vez tienen un fuerte poder de emocionar e impactar y generalmente el espectador seguirá viendo por más tiempo una imagen que le impacte, que le conmueva de alguna manera, antes que hechos cotidianos y rutinarios que podrían suceder en cualquier lugar normal, tan normal como en su propia casa. Eso ya no interesa, y si no interesa, no vende y si no vende no se publica o no se transmite.
Si lo que vende es el dramatismo y la violencia quizás habría que preguntarse porqué es eso lo que vende, quizás tenga algo que ver en la educación y en lo que nos han obligado a preferir. Al final todo es "la pescadilla que se muerde la cola" : los medios sólo nos nutren de imágenes impactantes y dramáticas, nosotros las recibimos y entran en nuestra mente pero llega un punto que ya todo nos parece normal y ya nada nos impacta, nos parece fruto de nuestra realidad, nos acostumbramos a esas duras imágenes y llega el momento que si son de otro tipo nos aburren.

Esto sucede con todos los temas y también con la concepción que al final nos crean de los países del sur, aquellos países que ya sólo podremos identificar como empobrecidos, con problemas sociales tales como el narcotráfico, la delincuencia y prostitución juvenil, ajustes de cuentas y países en definitiva sumidos en guerras y conflictos constantes. Gracias a que vivimos en esta era, la de la tecnología e internet podemos elegir entre ser un mero ciudadano conforme e "informado acomodadamente" o un explorador nato de la realidad y la verdad. Podemos elegir y podemos decidir pertenecer a una u otra clase de personas, pero yo me pregunto ¿ Porqué tenemos que ser nosotros los que decidamos y no pueden los medios cumplir con sus principios y objetivos éticos: informar objetivamente y de forma rigurosa?



                                                                                                                   Ana Campayo

No hay comentarios:

Publicar un comentario